martes, 6 de agosto de 2013

Mi vida es como una de esas películas de terror en las que todos los protagonistas van muriendo uno tras otro y sabes que pronto llegará tu hora. No importa lo que hagas para huir de ella, la muerte aguarda con paciencia su momento, agazapada tras tu sombra, dispuesta a sorprenderte cuando menos te lo esperas.
En eso yo jugaba con ventaja, sabia que no andaba lejos. Tampoco me importaba. La habia visto tantas veces de cerca que no le tenia miedo. A mis casi decisiete años asumía el destino con la resignación de quien conoce su suerte. Tras la muerte de mi abuela, el último ser querido que me quedaba, la incógnita de dónde acabarían mis días tardó poco en despejarse.
La Dehesa se convirtió en la antesala de mi fin, un lugar hermoso en el que aguardar mi turno. Lo comprendí cuando vi su reflejo en la ventana del viejo torreón. Era el rostro de un fantasma, o tal vez de la misma muerte. Nunca imaginé que pudiera ser tan bella.
-Clara




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