miércoles, 4 de diciembre de 2013

Una de las cosas que más me gustan de los libros es que pueden delimitarse y condensarse en capítulos ciertas partes de la vida de los personajes. Me parece fascinante porque es imposible hacer lo mismo en la vida real. No puedes dar un capítulo por acabado, luego saltar las cosas por las que no quieres pasar, y volver a abrir el libro en un capítulo que se adapte mejor a tu humor. La vida no puede dividirse en capítulos… solo en minutos. Todos los acontecimientos se amontonan un minuto tras otro sin que haya un lapso de tiempo, ni páginas en blanco, ni principios de capítulo. Pase lo que pase y lo desees o no, la vida no se detiene, las palabras continúan fluyendo y las verdades siguen saliendo a borbotones. No puedes parar y tomar aliento.

-Sky Davis


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