jueves, 31 de julio de 2014


Quizá los hilos se rompen, o quizá nuestros barcos se hunden, o quizá somos hierba y nuestras raíces son tan interdependientes que nadie está muerto mientras quede alguien vivo. Lo que quiero decir es que no nos faltan las metáforas. Pero debes de tener cuidado con la metáfora que eliges, porque es importante. Si eliges los hilos, estás imaginándote un mundo en el que puedes romperte irreparablemente. Si eliges la hierba, estás diciendo que estamos infinitamente interconectados, que podemos utilizar ese sistema de raíces no solo para entendernos unos a los otros, si no para convertirnos los unos a los otros. Las metáforas implican cosas. 

Me gustan los hilos. Siempre me han gustado. No somos tan frágiles como nos harían creer los hilos. Y también me gusta la hierba. Ella me ha traído hasta ti, me ha ayudado a imaginarte como una persona real. Pero no somos brotes diferentes de la misma planta. Yo no puedo ser tú. Tú no puedes ser yo.

Quizá como has dicho antes, que todos estamos agrietados. Cada uno de nosotros empieza siendo un recipiente hermético. Y pasan cosas. Personas que nos dejan, o que no nos quieren, o que no nos entienden, o que no las entendemos, y nos perdemos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y el recipiente se empieza a agrietar por algunos sitios. Y sí, en cuanto el recipiente se agrieta, el final es inevitable. En cuanto empieza a entrar lluvia dentro, ya nunca será remodelado. Pero está todo ese tiempo desde que las grietas empiezan a abrirse hasta que por fin nos desmoronamos. Y solo en ese tiempo podemos vernos unos a los otros, porque vemos lo que hay fuera a través de las grietas, y lo que hay dentro también a través de ellas. ¿Cuándo nos vimos tú y yo cara a cara? No hasta que me viste entre mis grietas, y yo a ti entre las tuyas. Hasta ese momento solo veíamos las ideas del otro, como mirar tu persiana, pero sin ver lo que había dentro. Pero cuando el recipiente se rompe, la luz puede entrar. Y puede salir.

-Quentin

No hay comentarios:

Publicar un comentario